El increíble truco que está de moda para pasar la ITV que podría meterte en graves problemas legales

Una tendencia que comenzó como broma y ahora se ha vuelto una práctica recurrente entre los conductores.

La Inspección Técnica del Vehículo (ITV) es uno de los momentos más temidos por cualquier conductor. Este trámite obligatorio asegura que el vehículo cumple con las normas de seguridad vial, reduciendo el riesgo de accidentes. Sin embargo, para muchos, esta revisión representa un auténtico dolor de cabeza, especialmente cuando surgen problemas inesperados como luces fundidas, ventanillas que no funcionan o cualquier otro fallo de última hora.

En los últimos meses, una nueva y polémica tendencia se ha viralizado en redes sociales. Lo que comenzó como una simple broma ha terminado por convertirse en una práctica habitual entre algunos conductores: sobornar al inspector de la ITV. Esta surrealista técnica consiste en colocar un billete de dinero en algún lugar discreto del coche, como la parte inferior del vehículo o incluso en el volante, con la esperanza de que el técnico "pase por alto" cualquier desperfecto y permita que el coche pase la inspección sin problemas.

El soborno: un delito grave que conlleva serias consecuencias

Aunque esta táctica pueda parecer una salida fácil para evitar costosos arreglos en el coche, la realidad es que sobornar a un inspector no solo es un delito grave, sino que además pone en riesgo la seguridad de todos los usuarios de la vía. Las autoridades han alertado sobre esta práctica y han empezado a tomar medidas. De hecho, se han desmantelado redes organizadas que se dedicaban a hacer pasar coches por la ITV de forma fraudulenta a cambio de dinero.

Para quienes piensen en recurrir a este método, hay que recordar que las consecuencias pueden ser graves. Si un conductor es sorprendido tratando de sobornar a un inspector, podría enfrentarse a multas de hasta 200 euros, y en caso de que el inspector acepte el soborno, puede ser despedido de forma inmediata.

El riesgo en la carretera: vehículos en mal estado

Pasar la ITV sin cumplir los requisitos necesarios supone un peligro evidente en la carretera. Un vehículo con defectos graves puede fallar en momentos críticos, poniendo en riesgo la vida del conductor, sus pasajeros y el resto de los usuarios de la vía. Circular con un coche que no ha superado la ITV correctamente no es solo una infracción, sino que es una irresponsabilidad que podría tener consecuencias fatales.

Un estudio de la Universidad Carlos III de Madrid, titulado "Contribución de la ITV a la Seguridad Vial y al Medio Ambiente", revela que las inspecciones técnicas ayudan a prevenir 15.641 accidentes, 13.110 heridos y 723 muertes al año. Estos datos demuestran la importancia de que todos los vehículos cumplan con los requisitos de seguridad establecidos por la ley.

Excepciones a la norma: vehículos exentos de pasar la ITV

Aunque la mayoría de los vehículos deben pasar la ITV de forma periódica en unos plazos determinados, existen algunas excepciones. De manera general, la primera revisión se realiza a los cuatro años desde la fecha de matriculación del vehículo. Luego, hasta que el coche cumpla los diez años, la ITV debe pasarse cada dos años. A partir de esa edad, la inspección se realiza anualmente.

Sin embargo, hay vehículos que están exentos de esta obligación. Según el reglamento de 1995, los coches y ciclomotores matriculados antes del 1 de enero de 1950 no están obligados a pasar la ITV, aunque sus propietarios pueden hacerlo voluntariamente si lo desean. Esta excepción se estableció con el objetivo de preservar los vehículos históricos, y la Dirección General de Tráfico (DGT) defiende que su carácter histórico justifica esta medida.

A pesar de no estar obligados, se recomienda a los dueños de estos vehículos mantenerlos en buen estado, ya que, aunque no necesiten pasar la ITV, deben ser seguros para circular. Al final, la responsabilidad de garantizar la seguridad en la carretera sigue siendo primordial, independientemente de la edad del vehículo.

El peligro de confiar en estos métodos fraudulentos

Más allá de las sanciones económicas y legales, recurrir a sobornos para pasar la ITV tiene implicaciones morales y de seguridad. Confiar en trucos ilegales pone en peligro no solo la integridad del conductor y de quienes le rodean, sino que también compromete el funcionamiento correcto del vehículo. La ITV existe para asegurar que todos los vehículos que circulan están en condiciones óptimas, y saltarse este control puede acarrear consecuencias trágicas.

Además, las autoridades están cada vez más atentas a este tipo de prácticas. La policía ya ha desmantelado varias redes organizadas que se dedicaban a facilitar el paso de la ITV a vehículos que no cumplían con los estándares de seguridad, a cambio de sumas de dinero. Estas operaciones no solo son ilegales, sino que pueden acabar en detenciones y procesos judiciales tanto para los conductores como para los inspectores involucrados.

En definitiva, lo que comenzó como una broma en redes sociales ha acabado por convertirse en un problema real para la seguridad vial. El soborno en la ITV no es solo una cuestión de evitar un trámite engorroso, es un riesgo para todos.